El 4 de diciembre de 1902 llegaron a Puerto Rico dos religiosas de las Mission Helpers of the Sacred Heart (MHSH) quienes a partir de entonces se convertirían en las primeras maestras de norteamericanas de sordos en la Isla. Estas religiosas eran Sister Joseph y Sister Benedict. Venían de Baltimore donde se encontraba el convento principal de la orden religiosa.
Cuando en el 1898 Estados Unidos invadió la Isla surgieron muchos cambios a nivel social, politico y religioso. En relación a la situación religiosa muchos sacerdotes españoles abandonaron la Isla y pidieron traslado. La población en general quedó bastante desprovista de los servicios católicos por lo que los niños no estaban recibiendo ninguna educación en la fe católica.
Originalmente Sister Joseph, quien para entonces era la Madre Superiora de las MHSH, había comenzado a ofrecerle insistentemente al Obispo Blenk (primer Obispo norteamericano en Puerto Rico) los servicios que ofrecían las religiosas y ponía a su disposición a un grupo de religiosas para que vinieran a enseñar niños sordos y a enseñar también la religion católica. Debido a la separación de Iglesia y Estado que trajo el gobierno norteamericano, el Estado le quitó muchas propiedades a la Iglesia por lo que al Obispo Blenk se le hacía muy difícil hubicar a las religiosas en un lugar digno.
El Obispo ignoró la oferta de Sister Joseph durante un tiempo pero al pasar los meses se percató de la carencia de todo tipo de servicios en la población en general. Especialmene de la falta de los mismos en la poblacion sorda asi como la carencia de educación religiosa y la falta de educacion de los niños sordos. Debido a esto, el Obispo Blenk decidió aceptar la oferta de Sister Joseph advirtiéndo que tan solo tenía espacio para ellas en una casa en San Juan. No podía suplirles comida, ni camas ni muebles ni ningún otro tipo de bienes.
A pesar de estas carencias, Sister Joseph llegó a San Juan acompañada de Sister Benedict, el día 4 de diciembre de 1902. El Obispo Blenk les habló sobre las necesidades de la Diócesis y las condiciones bajo las cuales había que realizar las misiones No podia ofrecerles nada y ellas tendrían que sostenerse por sí mismas. Todo esto se le había notificado a Sister Joseph con anterioridad pero aún así decidió que las religiosas debían venir a Puerto Rico. Días después de que la Madre Joseph y Sister Benedict estuviesen en Puerto Rico, la Madre Joseph escribió al Convento de Baltimore solicitando que se enviaran dos religiosas más. El lugar cedido por el Obispo, ademas de Convento funcionó como Casa – Escuela. Por lo que el primer colegio de sordos en Puerto Rico fue el Colegio San Miguel y estuvo en San Juan durante dos años.
En el 1904, debido a la cantidad de niños sordos que se iban encontrando en sus viajes por la Isla, tuvieron que buscar otro lugar a dónde mudarse pues San Miguel resultaba pequeño. Las MHSH decidieron ubicar a los varones en Cayey y a las niñas en Aguadilla. En el establecimeinto de estas escuela hubo una diferencia de aproximadamente un mes y medio. Antes de Cayey tuvieron planes de ubicarse en Aibonito pero como no podían pagar la renta decidieron buscar otro lugar. Se establecieron en Cayey el día 1 de mayo de 1904. El Convento – casa – escuela se llamó San Rafael. El lugar fue alquilado al Sr. Nimitz quien consintió que la renta fuera de $27.00 mensuales. A su llegda a San Rafael no había nada en el lugar. Ni muebles, ni sillas , ni mesas, no había nada por lo cual los soldados colaboraron llevándoles camas y algunos muebles. Aunque las hermanas habían tenido un buen comienzo en Cayey no disponían de suficiente ayuda financiera y el Convento-casa –escuela tuvo que ser cerrado a finales del primer año. Los niños fueron transferidos a una casa más grande en Aguadilla donde se encontraban las niñas.
El Convento-Casa-Escuela de Aguadilla abrió el 18 de Agosto de 1904 y se le llamó San Gabriel. Este pueblo fue considerado un mejor lugar que Cayey por estar situado en la ruta del tren, lo que lo hacía más accesible a San Juan y otras grandes ciudades.
En el 1910 por orden del Departamento de Sanidad, Monseñor Davis tuvo que relocalizar a las religiosas y a los niños sordos y los mudaron a Santurce. La Iglesia Católica tenía unos terrenos en Santurce y le donó una cuerda de ese terreno a las religiosas.
La construcción del primer edificio se comenzó en madera. Debido a que la construcción no se había concluído al momento en que el Obispo Jones tuvo que mudarlas con los niños sordos a Santurce, el Obispo los ubicó en el Convento Carmelita que quedaba en la misma calle pero al otro extremo. Las Carmelitas de Clausura tuvieron que permanecer en San Germán mientras se terminaba la construcción de San Gabriel.
Debido a que era necesario construir otro edificio para los varones las MHSH compraron un acre al lado del que la Iglesia había donado y se construyó el segundo edificio de madera. En febrero 1 de 1910 cuatro religiosas y catorce niñas se mudaron al nuevo Colegio San Gabriel en Santurce. Los varones fueron reintegrados en septiembre 1910.
En marzo 25 del 1915 se puso la primera piedra del Colegio que se construiría en concreto. Los fondos para esta construcción fueron recaudados por las religiosas que recorrieron la Isla solicitando dinero para este edificio. Las MHSH aunque vivieron en la austeridad tenían benefactores que les ayudaban co los gastos y necesidades del Colegio. Uno de ellos fue la Familia Borda y otra benefactora importante fue Madame Luchetti (Louise Luchetti). Para la construcción de concreto dos hermanas MHSH se dieron a la tarea de recaudar dinero en los Estados Unidos. Este Colegio existe actualmente y es la Arquidiócesis de San Juan. Ubicado en la calle San Jorge esquina Baldorioty de Castro en Santurce. Los niños que asistían al Colegio venían de todos pueblos de la Isla.
El método que usaron niños fue el Método Combinado (hoy día conocido como Método Simultáneo) y para enseñar la gramática del inglés usaban la Clave Fitzgerald. Los niños aprendían Historia, Aritmética, Geografía, Articulación, Labiolectura, Religión, Fisiologįa y Dibujo. Las niñas aprendían a coser, hacer bordados y encajes. Del primer grado hasta el cuarto grado aprendían en inglés y del cuarto al octavo se les enseña español. Las religiosas procuraban que los niños tuvieran las mismas oportunidades que tenían los de las escuela públicas por lo que en el Colegio tenían una tropa de niñas escuchas.
En el 1956 las MHSH acordaron el traspaso físico del Colegio San Gabriel a la Congregación de Hermanas Franciscanas de la Inmaculada . Estas religiosas eran españolas y usaban el método oral para educar a los sordos.